Nuestro espíritu aventurero nos hizo encontrar a esta culebra un día de verano en una de las salidas de agua dulce de la playa del Serradal en Castellón. Ahí estábamos disfrutando de la que conocemos como «la playa del río» cuando descubrimos a un ejemplar de culebra de agua disfrutando de un suculento almuerzo. La pobre víctima fue una pequeña anguila que tuvo poco margen de maniobra.
Estas espectaculares culebras, activas tanto de día como de noche, viven en zonas húmedas y les encanta nadar y bucear. Aunque aquí la pillamos atareada, es una especie muy tranquila y no ataca más que a sus presas. Aunque si se enfada, se le nota bastante, empieza a silbar, muestra su diseño dorsal y aplana la cabeza pareciéndose a una víbora. Sabemos que no es tal animal porque tiene, entre otros detalles las pupilas redondas frente a las verticales de todas las víboras.
Queda de manifiesto que cuidar nuestras zonas húmedas, como la marjal, y que sus aguas tengan buena calidad hace que podamos disfrutar nosotros y otras especies de un entorno más biodiverso.
