Este pequeño archipiélago de origen volcánico frente a las costas de Castellón es hogar de numerosas especies tanto marinas como terrestres. De la gran biodiversidad presente en sus aguas da fe la reserva marina que protege los entornos de las islas. Cualquiera que haya visitado la Illa Grossa se habrá dado cuenta que parece carecer de fauna terrestre, pero nada más lejos de la realidad. Estas islas están repletas de insectos y arácnidos, lagartos y también son refugio de aves marinas y una rapaz muy peculiar: el halcón de Eleonora.
Esta rapaz de tamaño medio, poco conocida, tiene una serie de características en su comportamiento que la hace única. La primera característica que llama la atención es que únicamente construye su nido en islas del Mediterráneo y del Atlántico oriental, aunque en época de reproducción es frecuente ver a los adultos cazando insectos voladores sobre territorio continental.
Otra de las adaptaciones de esta rapaz es que la puesta de sus huevos la realiza a finales del mes de julio, cuando lo normal del resto de rapaces de tamaño similar es sobre el mes de abril. Este retraso en la puesta hace coincidir los primeros vuelos de los pollos con el paso en migración de pequeñas aves (paseriformes), que utilizan las islas del Mediterráneo como parada de descanso, teniendo así a mano una fuente de proteínas en una época crítica para los pollos, ya que en unas pocas semanas se van a enfrentar a uno de los retos más importantes de sus vidas: su primera migración en solitario hasta, en algunos casos, Sudáfrica o Madagascar. ¡Hasta 10.000 km de recorrido!