Con más del 60% de su territorio cubierto por montañas, Castellón no solo destaca por la abundancia de sus sierras, sino también por la altitud y el impresionante desnivel acumulado en su relieve. Esta característica la coloca en una posición destacada, siendo la segunda provincia con mayor desnivel acumulado en España, solo por detrás de Huesca. Entre sus cumbres más emblemáticas, se encuentran el Peñagolosa, con 1.814 metros o el Pico Espadán que suman un desnivel que atrae tanto a montañeros experimentados como a los amantes de la naturaleza que buscan recorrer sus rutas.
Además de su altitud, este elevado desnivel crea una gran diversidad de ecosistemas y paisajes, con bosques de alcornoques, carrascas, robles… riachuelos, barrancos y cumbres escarpadas. Esta geografía accidentada también ha influido en la cultura local, ya que muchas tradiciones, como las peregrinaciones están estrechamente vinculadas a la montaña. Así, Castellón no solo es un paraíso natural, sino también un lugar lleno de historia y patrimonio, donde la montaña ha sido y sigue siendo un pilar fundamental en la vida de sus habitantes.
