La nevera es el electrodoméstico que más energía gasta en nuestro hogar, casi un 20% del total, ya que pasa todo el año encendida (por poner ejemplos con los que comparar, la lavadora gasta un 8%, la calefacción un 15%, la TV un 10%). Por ello, la nevera es, además, el mayor productor doméstico de CO2 derivado de ese consumo energético. Es un auténtico vampiro eléctrico.
Como consumidores responsables, nos gusta utilizar los recursos naturales de forma racional y, de paso, ahorrarnos bastantes euros al año en la factura eléctrica. En la web monverd.org y en otras (yoahorroenmihogar.wordpress.com, lacasasostenible.com, consumer.es, etc.) hemos encontrado muchos, muy sencillos y muy lógicos consejos para utilizar correctamente nuestra nevera y hacer que gaste menos y dure más años funcionando correctamente. Aquí va el decálogo:
1. Al comprar una nevera adquiere una cuyo tamaño se ajuste a las necesidades de tu casa. Una nevera llena consume mucho menos que una a mitad de su capacidad. Aunque tampoco es bueno para el consumo energético llenarla hasta el tope. Se recomienda llenarla hasta los dos tercios de su volumen.
2. Fíjate en los distintivos de clase A+ o superiores. Suelen ir en color verde muy vistoso e indican una alta eficiencia del electrodoméstico en cuanto a consumo energético.
3. Es muy interesante también que la nevera tenga la función “No Frost”, es decir que no produzca escarcha en las paredes interiores, lo cual facilitará el mantenimiento de la temperatura interna gastando menos energía.
4. Si no tiene función “No Frost”, límpiala y descongela el congelador cuando la escarcha supere los 4 o 5 mm de espesor. Ahorrarás hasta un 30% en el consumo.
5. Cuando instales la nevera en casa, no la pongas en zonas que reciban mucho sol durante el día y deja, al menos, 5 cm de separación entre la parte posterior del aparato y la pared. Su funcionamiento como bomba de calor se verá favorecido cuanta más ventilación exista.
6. También, cuanto más limpias estén las rejillas de intercambio de calor de la parte trasera menor será el consumo eléctrico. ¡Una capa de suciedad de solo 3 mm de espesor aumenta el consumo en un 30%! Impresionante, ¿no?
7. No metas alimentos calientes en la nevera, déjalos que se enfríen antes porque, si no, el electrodoméstico gastará más energía para mantener una temperatura constante.
8. De la misma manera, y esto es algo que pocos pensábamos, para descongelar alimentos lo mejor es ponerlos el día anterior a su consumo en la parte superior de la nevera (la menos fría). En un día le da tiempo a descongelarse y, además, el frío del producto congelado se distribuye por el interior del refrigerador, reduciendo el consumo energético del mismo.
9. Los envases abiertos que contengan líquidos es mejor taparlos, porque la condensación de los mismos en las paredes de la nevera afecta también al rendimiento del aparato.
10. Cuando vayas a estar largo tiempo fuera de casa, ve consumiendo toda la comida desde un tiempo antes y, antes de irte, vacía la nevera completamente, límpiala y desconéctala.
Como has podido comprobar, son cosas muy sencillas con las que notarás cómo disminuye tu factura de la luz y aumenta tu sensación de pertenencia a un planeta finito que cada vez más personas compartimos. Todo ello te lo contaremos también en tus salidas con ITINERANTUR.