En anteriores publicaciones hablamos de la belleza y diversidad existente en el mundo de las aves. Comentamos aquello que nos llama la atención a primera vista: el plumaje y las distintas coloraciones presentes en este. Pero hay algo que condiciona el aspecto de las aves y que también presenta una elevada diversidad en sus formas: su pico.
El pico sirve tanto para comer grano/semillas, fruta, capturar pescado o desgarrar presas, como para buscar dentro del limo pequeños invertebrados o cazar al vuelo. ¡Mil variantes!
Ahora bien, si queremos entender las diferencias entre distintos tipos de pico debemos también conocer lo que comparten, su estructura básica. Aquí un esquemita:
Además de estas partes, encontramos las llamadas “tomias”, modificaciones del borde lateral del pico (ranfoteca), que pueden ser desde muy evidentes a simple vista a microscópicas, y que a menudo confieren una apariencia de “dientes”.
Además, las aves pueden presentar otras estructuras en su pico, como son los tubos nasales, las ceras, las “uñas” (como en la punta del pico del ánade real) o las cerdas peribucales (como unos bigotillos, vamos) que suelen estar presentes en pájaros pequeños.
En las rapaces y otras aves que se alimentan de carne, encontramos un “diente” tomial, que confiere una apariencia muy característica a su pico, con un extremo final ganchudo curvado hacia abajo.
Es el caso del alcaudón real, un pájaro que, podríamos decir, cumple con aquello de “pequeñito pero matón”, caza mamíferos de pequeño tamaño y, generalmente, los ensarta en ramas y espinas de arbustos propios de su hábitat. De esta forma, puede después desgarrar la carne con su pico sin sufrir las incomodidades propias de sujetar la presa con sus pequeñas patas. ¿Se entiende ahora por qué en valenciano se le conoce como “botxí” (verdugo)?
Además de las rapaces o aves carroñeras con pico que permiten desgarrar, tenemos otras aves que ingieren otros animales.
Es el caso de las aves piscívoras, que se alimentan de pescado, como las garzas, garcetas, charranes, cormoranes y otros similares, algunos de los cuales incluyen más cosas en su dieta. El ejemplo de pescador aéreo por excelencia es el maravilloso Martín pescador, al que en Itinerantur conocemos como “la flecha azul”. Estas aves se caracterizan por picos alargados que poder sumergir y con los que poder seleccionar su pesca. Otro caso llamativo es el de los pelícanos, con las bolsas bajo el pico para contener cardúmenes de peces.
Siguiendo con la alimentación a base de otros animales, muchas especies de aves se alimentan de invertebrados.
Los picos de insectívoros suelen ser finos y apuntados para actuar como una especie de pinza que pueda seleccionar el alimento, por ejemplo el papamoscas gris o el abejaruco.
Los vencejos o los chotacabras son aves que se alimentan al vuelo, y poseen picos que, en apariencia, son pequeños pero que, al abrirse, muestran un gran espacio para cazar enjambres de pequeños insectos.
Para obtener el alimento, los picos picapinos necesitan un pico y una estructura craneal/musculatura que permita perforar la madera.
Las aves que se alimentan en el agua tienen picos que permiten el filtrado, separando detritos del alimento que les interesa, como los patos, para lo cual poseen unas lamelas dentro del pico.
Las conocidas como aves limícolas, que se alimentan en el limo, poseen distintas longitudes y morfologías del pico según su adaptación al medio, la ejecución del comportamiento de alimentación y las presas que consumen.
Por otro lado, hay aves que se alimentan de elementos del mundo vegetal. En las aves que se alimentan de brotes, frutos y semillas, existe la opción de tragarlos de una, como es el caso de la paloma torcaz, o de abrirlos por percusión. Por último, algunas aves pueden abrirlos ejerciendo presión con el pico, como el picogordo.
Los picos que se utilizan para romper semillas o de aves granívoras suelen ser gruesos pero cortos, para poder ejercer mayor presión. El piquituerto, por su parte, posee un pico muy característico que le permite obtener las semillas de coníferas.
Otro tipo de alimentación muy llamativa es la del néctar de los impresionantes colibrís y su adaptación para los distintos tipos de flores de las cuales se alimentan.
Además de la alimentación, los picos tienen otras funciones, como son la termorregulación, retirar parásitos, reflectar la luz UV en sus ceras y otras que aún están por investigar en mayor detalle.
Teniendo en cuenta todo esto podemos inferir muchas cosas del modo de vida de cada ave mirando su pico. Como si de una cena de gala se tratase, ¡cada ave elige su cubierto!