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Especial: ¡plantas navideñas!

17 de diciembre de 2021

Durante la Navidad nuestras casas se ven inundadas de una decoración diferente, en la que abundan todo tipo de plantas que crecen en nuestros bosques mediterráneos. El árbol de navidad, el Belén, los centros de mesa, las coronas navideñas… un amplio abanico de decoración típico de estas fechas tan especiales. Pero, ¿Qué más sabéis sobre estos adornos naturales?

El acebo (Ilex Aquifolium)

Algo más que una planta ornamental

Es quizá una de las plantas más representativas de la Navidad, con sus llamativas bayas rojas, que ofrecen un lindo contraste con los arboles caducifolios de nuestros bosques por estas fechas. Aunque hoy en día se usa como planta meramente ornamental en el pasado tuvo otras utilidades, sobre todo medicinales.

De color rojo intenso, las bayas del acebo contienen toxinas que pueden llegar a ser letales para un ser humano, sin embargo, históricamente han tenido también un uno medicinal a modo de purgante, consumido en pequeñas cantidades. Sus hojas, por otro lado, también tienen propiedades medicinales, y se utilizaban en infusión para tratar enfermedades como la gota, la inapetencia, la fiebre, la gripe… Etc.

Símbolo de la Navidad desde su mismo origen

Nuestras fiestas navideñas, aunque no entendidas de este mismo modo, tienen su origen en las culturas celtas anteriores a la época del cristianismo, que entendían por este período un cambio en el ciclo agrícola. Para ellos el acebo se llamaba “Tinne”, que significa algo así como «el guardián de la sabiduría durante la época oscura del año», siendo el rey de la época oscura. Si lo plantabas en tu casa te traería buena suerte y haría el invierno más suave.

El cristianismo adaptó esas creencias paganas a su propio calendario festivo, aunque con otro nombre, pero el acebo siguió presente en el simbolismo de la celebración. Tal es así que ha llegado hasta nuestros días como uno de los símbolos más reconocibles de la Navidad en todo el mundo.

Por supuesto, en la provincia de Castellón podemos encontrarlos viviendo en nuestros bosques, aunque solo en algunos lugares específicos. Como planta amante del frío, la sombra, la humedad, y sobre todo la altura, la podremos encontrar fácilmente en los Parques Naturales del Peñagolosa y de la Tinença de Benifassà. Pero recordad, aunque resulte tentador coger un poco para adornar nuestro centro de mesa, es mejor dejarlo dónde realmente debe estar, en el bosque.

El múerdago (Viscum álbum)

Un huésped muy especial que “vuela” entre los árboles

El muérdago es una planta semiparásita que crece sobre algunos árboles, principalmente de hoja caduca, y se infiltra literalmente en sus ramas. Aunque si que se aprovecha de su huésped no se la considera una planta totalmente parásita ya que puede realizar la fotosíntesis. Sus frutos, que una vez maduros se vuelven translúcidos y desarrollan una textura viscosa, son uno de los alimentos preferidos de los zorzales y otro tipo de aves, que transportan las semillas de un árbol a otro pegadas en sus picos.

Una vez pegadas, las semillas germinan e incrustan sus raíces en la madera del árbol. En el mundo existen más de 1.300 especies diferentes de muérdago, por supuesto algunas de ellas en nuestros bosques, y ha sido utilizado como planta medicinal cargada a su vez de un fuerte simbolismo en diversas celebraciones antiguas. Se trata de una planta muy utilizada por algunas culturas, sobre todo los Galos, ¿Os suena alguno en particular que hiciese algo con plantas medicinales?

Uno de los ingredientes de la famosa poción mágica de Astérix y Obélix

Los druidas galos ya conocían las propiedades medicinales del muérdago hace milenios, de hecho, era su planta más sagrada, a la que llamaban Rama de Oro, ya que crecía sobre el mismísimo rey del bosque para ellos: el roble. Su cultivo y recolección, solo autorizado a los druidas, se realizaba mediante un sofisticado ritual que consistía en cosecharlo con una pequeña oz de oro que no podía tocar el suelo, sino perdía todo su poder celestial.

El famoso druida Panorámix lo utilizaba como uno de los ingredientes de su poción mágica, como hacen referencia decenas de capítulos del tebeo Astérix y Obélix, cosechándolo también con su pequeña oz de oro.

¿Por qué nos besamos bajo el muérdago?

Durante la Navidad, el muérdago es conocido mundialmente por la tradición de besarse bajo él, y aunque parezca algo muy actual que todos hemos conocido mayoritariamente a través del cine, lo cierto es que esta costumbre se remonta a las culturas de la antigua Grecia. Para ellas era símbolo de fertilidad, por su color verde permanente, y también del amor, por lo que se colgaba en la entrada de las casas para atraer la buena suerte, popularizándose los abrazos y los besos bajo él.

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