La mayoría de mamíferos que habitan en el territorio valenciano tienen costumbres nocturnas, por lo que rara vez tenemos la oportunidad de interactuar con ellos. Una de las formas que tenemos de saber que están ahí es a través de los rastros y huellas que dejan, y en el caso del naturalista poco experimentado, el rastro más común son los excrementos. Puede parecer poco relevante pero estos rastros nos pueden dar mucha información: tipo de dieta, densidad de población, diversidad de especies…
A parte del abundante jabalí, tenemos especies tan desconocidas para el público general como el gato montés, la garduña, la marta, la gineta o el tejón; y cada uno de ellos deja muy distintos tipos de rastros y huellas. Por ejemplo, el tejón deposita sus excrementos en letrinas familiares y la ágil gineta suele dejar los suyos en lugares elevados, al contrario que la marta y la garduña que utilizan muchas piedras en caminos y senderos transitados durante el día por el ser humano.
Así que te aconsejamos que la próxima vez que salgas a hacer senderismo abras bien los ojos: solo hace falta fijarse un poco para descubrir un montón de pistas que nos deja nuestra esquiva y trasnochadora fauna.