El chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) ha sido declarado ave del año por la Sociedad Española de Ornitología.
Esta limícola (que vive en limos o lodos), la podemos encontrar en el litoral mediterráneo, algunas zonas del Atlántico e incluso en zonas interiores de Andalucía y Castilla La Mancha.
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Viven y crían en los arenales, siendo las playas uno de sus hábitats preferidos.
Puede que algún día la hayas visto en la playa, correteando entre la arena, ya que los arenales son su lugar de cría. La hembra deja los huevos semienterrados en la arena sin ningún tipo de protección. Pero por su aspecto moteado ¡se camuflan perfectamente! Normalmente la hembra suele criar unos tres pollos por puesta, pero cada vez, estos pequeños se encuentran con un mayor número de dificultades. ¿Se os ocurre por qué?
Está claro. La presión sobre nuestras playas (llenas de turistas durante los meses de verano a lo largo de todo el arco mediterráneo), tanto por la propia presencia del ser humano, como por las actividades empleadas para “limpiar” las playas (que nosotros ensuciamos), así como por las máquinas empleadas en el mantenimiento de las mismas, son un problema muy grave para estos animales, ya que al remover la arena ponemos en peligro sus nidos.
Una esperanza para el chorlitejo. Turismo responsable y conservación.
Sin embargo, hay algunos lugares (por ejemplo algunas zonas de Portugal) donde ya han comenzado a llevar a cabo prácticas más respetuosas con este animal y con todo el medio ambiente en general. ¿Cómo? Colocando las papeleras fuera de la arena, lejos de la zona de cría, de manera que ni las personas ni los vehículos de retirada de residuos pasan por encima, y retirando las máquinas cribadoras en los lugares donde hay constancia de que el chorlitejo cría cada año.
Puede parecer simple, pero con estas propuestas avanzamos hacia una integración del turismo con la conservacion del patrimnio natural. ¡Un ejemplo a seguir por todos nosotros!
