Los humanos modernos nos hemos ido desconectando progresivamente de los ambientes fluviales, de nuestros ríos y lagos, de los humedales costeros y de los torrentes de montaña. Las piscinas y playas masificadas han ido sustituyendo a aquellos paraísos acuáticos en los que aprendimos a nadar y a ser felices durante las vacaciones de verano y más allá.

Para nuestro bienestar físico y psicológico, tendríamos que conectar de nuevo con ellos aprovechando nuestra cercanía a los bosques de ribera más frescos y umbríos y a los tramos de los ríos mejor conservados.

Pero ¡ojo! Debemos hacerlo con responsabilidad: no podemos permitirnos trasladar a las cabeceras de nuestros sufridos ríos mediterráneos todos los errores irreparables que ya hemos cometido en la costa. La interpretación de los paisajes y la sensibilización ambiental juegan, pues, un papel primordial en todo ello.

Conozcamos de cerca los ríos que nos ayudaron a crecer, disfrutémoslos como lo hacen los niños sumergiéndonos en ellos, saltando desde sus rocas a las pozas más cristalinas o hundiendo los pies en sus pedregosas orillas a modo de masaje súper lujoso. Sintamos cómo la fluvio-felicidad recorre nuestro sistema nervioso hasta llegar a lo más profundo de nuestro cerebro, allí donde se fabrican las hormonas de la alegría.

Redescubriendo los secretos de los ríos de la mano de profesionales, o al menos junto a familiares y amigos con sensibilidad hacia Lo Natural, explorando sus orillas como la cuna de nuestra biodiversidad, los volveréis a considerar vuestros (¡ya lo son!), los amaréis como cuando erais jóvenes y los querréis conservar para siempre y para todos.

Este verano de 2017 podréis visitar con Itinerantur las cabeceras de tres de los ríos valencianos mejor conservados y más importantes histórica y ambientalmente hablando: el río Palancia (22-23 de julio), el río Mijares (12-13 de agosto) y el río Senia (2-3 de septiembre). Experimentaréis la auténtica fluvio-felicidad practicando el Turismo Responsable.